En este blog, analizamos la manera en que la programabilidad de la infraestructura proporciona una ágil ventaja competitiva con mayor rapidez. Además, destacamos las diferencias entre una infraestructura programable y otra tradicional, y lo que implica la programabilidad en toda su infraestructura de TI.

La proliferación de dispositivos y aplicaciones incrementó proporcionalmente la complejidad de la infraestructura tradicional de TI. La complejidad surge a partir de la administración manual de la infraestructura caja por caja, que es lenta y factible a errores. La adopción de la computación en la nube incrementó el problema con recursos dentro y fuera de las instalaciones. Como resultado, los directores de TI se ven más obligados a asignar recursos críticos para mantener estos sistemas y solucionar los problemas. En un reciente informe técnico, Zeus Kerravala declaró que el 83% del presupuesto asignado a TI se utiliza únicamente para mantener el entorno operativo actual. Con esto quedan tan solo unos pocos valiosos recursos para poder invertir en innovación favorable para el negocio.

Al mismo tiempo, los líderes empresariales exigen que la infraestructura de TI les proporcione una ventaja competitiva con mayor prontitud. Es esencial que el plazo de comercialización sea rápido en un mundo donde una nueva ventaja competitiva puede llegar a durar unos pocos meses o incluso semanas. Y como si estos desafíos no fueran suficientes, los persistentes nuevos ataques cibernéticos amenazan la innovación y a la organización.

Programabilidad al rescate


Una infraestructura con programabilidad proporciona la capacidad para controlar y cambiar las funciones de la infraestructura de TI. Veamos esto más detalladamente.

Configuración y operaciones


Desde una perspectiva de configuración y operaciones, la programación de la infraestructura implica un suministro mediante software en lugar de una configuración manual caja por caja. Como parte de los procesos normales, se configuran las funciones actuales de la infraestructura, se aplican los cambios y se utilizan los servicios existentes. En este caso, pasamos de las interacciones de la línea de comandos manuales a la automatización y organización mediante interfaces de programación.

Los profesionales en TI ahora tienen herramientas para configurar e implementar nuevas aplicaciones y la infraestructura subyacente en pocos minutos y a solo un clic de distancia, comparativamente con las semanas o meses que antes requería adquirir, instalar y configurar esos elementos. Por ejemplo, los equipos de TI podrían requerir asignar un servidor, priorizar una máquina virtual, buscar e instalar la imagen más adecuada y publicarla, configurar la conexión a la red, determinar la política de firewall, aplicar la política de balance de carga y definir e implementar las reglas de acceso WAN e inalámbrico. Si nos aprovisionamos de plantillas con las que podamos crear, revisar y editar en toda la organización de TI, reduciremos considerablemente la complejidad, los errores y el tiempo de puesta en operación de las aplicaciones y servicios. La real ventaja competitiva puede alcanzarse con la automatización completa del proceso de administración mediante las plantillas de aplicaciones o servicios.

La infraestructura como servicio, la plataforma como servicio y el software como servicio pueden habilitarse por medio de una infraestructura programable, donde los recursos puedan acelerarse o retardarse automáticamente según las exigencias del usuario o del servicio.

Pero espere que esto no es todo…


Cuando los desarrolladores de las aplicaciones puedan aprovechar la inteligencia de la infraestructura, usted obtendrá nuevas aplicaciones y comportamientos muy interesantes y oportunos. El punto crítico consiste en exponer las capacidades de la infraestructura a los desarrolladores, que pueden modificar las funciones de la infraestructura sin tener que conocer los detalles de cada implementación. Las interfaces de programación de la aplicación (API) brindan la abstracción adecuada para las funciones de infraestructura requeridas que los desarrolladores buscan modificar.

Por ejemplo, un desarrollador está escribiendo una aplicación colaborativa. El desarrollador conoce la experiencia y las características que el software necesita proporcionar (“Necesito un enlace de red que permita la transmisión de video en HD”). El desarrollador no necesita preocuparse por DHCP, RSVP, QoS, marcas ni clasificaciones, ni especificidades, aunque los requisitos se ejemplifiquen de esa manera en el hardware real. La suficiente abstracción debe poder convertir los requisitos del desarrollador en la configuración de una infraestructura real. La programabilidad implica otorgar a los desarrolladores los recursos que puedan comprender desde su perspectiva.

Internet de todo (IdT) proveerá a miles de millones de nuevos dispositivos, nuevos requisitos de seguridad y grandes cantidades de datos desde los cuales deberán extraerse perspectivas de decisión en tiempo real. En Cisco, creemos que, para poder capturar completamente el valor de Internet de todo, las organizaciones necesitan girar a un entorno inteligente y con conocimiento de aplicaciones, donde la infraestructura otorgue lo necesario en tiempo real y de permanentemente. Esta abstracción de los recursos subyacentes permite a la infraestructura surgir como una estructura de TI simple, inteligente y segura. Nuestra visión de la organización, los controladores y la programabilidad de la infraestructura está cambiando sustancialmente.

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